Fuentes de la Gnosis

La literatura de los gnósticos de los siglos I al IV se ha perdido en buena parte. Las pocas fuentes que nos han quedado se dividen en directas o indirectas.

Constituyen fuentes directas aquellos escritos, o fragmentos, que han llegado a nuestras manos procedentes sin intermediación ninguna de la pluma de autores gnósticos. Hoy, los hallazgos papirológicos de 1945 han hecho del bloque de textos que ofrece la biblioteca de

Nag Hammadi el núcleo principal de estas fuentes directas. Fuentes también directas son otros tratados gnósticos, como Pistis Sophia, el Libro de Jeú (conservados también en copto), que fueron descubiertos en lugares cercanos a Nag Hammadi, tal como hemos dicho anteriormente. Tenemos además fragmentos de autores que se consideraban «gnósticos», como Basílides, Valentín, Heracleón, Teodoto y de algunos otros más transmitidos como citas, sin alteración aparente, por antiguos escritores eclesiásticos como Clemente de Alejandría y Orígenes.

Existen, por otro lado, diversos documentos, como himnos y homilías gnósticas, incluidos en obras de talante más o menos gnóstico, que pueden ser calificados de fuentes directas. Así las Odas de Salomón y ciertos fragmentos de los Hechos apócrifos de los Apóstoles, en especial en los de Juan, Tomás y Pedro. Por último, debe considerarse como literatura gnóstica directa ciertos escritos religioso-teológicos del Corpus Hermeticum y de los mandeos y maniqueos que se ha conservado en buena parte.

Fuentes indirectas son los resúmenes de ideas, doctrinas o sistemas gnósticos conservados en los Padres de la Iglesia, quienes, tras una exposición de su contenido, intentaban refutarlas. Entre estos Padres destacan Ireneo de Lyon e Hipólito de Roma (de finales del siglo II y comienzos del III), y en el siglo IV Epifanio de Salamina. Aunque no siempre fieles a los textos que extractaban -sus reseñas deben considerarse y estimarse en cada caso, contrastándolas con las fuentes directas-, muchos de estos resúmenes contienen noticias fidedignas de los gnósticos y deben ser tenidos en cuenta.